INFORME DE GEOPOLÍTICA

I. BREVE INTRODUCCIÓN

En las últimas veinticuatro horas, el sistema internacional ha vuelto a mostrar su inestabilidad estructural. La guerra de Ucrania entra en una fase de desgaste brutal en la que Rusia ha decidido utilizar de manera sistemática el invierno como arma, atacando redes eléctricas y térmicas para castigar a la población civil, mientras Ucrania demuestra que puede golpear en profundidad la infraestructura industrial del agresor. En Oriente Medio, Gaza se mueve hacia una Fase II de un acuerdo frágil, que pretende articular un “Board of Peace (Consejo de la Paz)” con capacidad de reconstrucción y control, al tiempo que Hizbollah y el régimen iraní mantienen el norte de Israel en tensión permanente. En el mar Rojo, los hutíes ensayan treguas tácticas que no modifican la realidad de fondo: una arteria vital del comercio global depende de la voluntad de un grupo yihadista teledirigido desde Teherán.

En América Latina, la narcodictadura venezolana se aferra al poder mientras la presión militar, judicial y diplomática de Washington aumenta hasta el punto de configurar un auténtico ultimátum. En África Central, la posibilidad de una fórmula de paz entre la República Democrática del Congo (RDC), Ruanda y la insurgencia del M23 abre una ventana histórica en una de las regiones más castigadas del planeta, pero sobre un suelo minado por décadas de desconfianza y saqueo. En el corazón de Eurasia, la visita de Estado de Vladimir Putin a la India envía un mensaje inequívoco: Rusia no está aislada y Nueva Delhi está decidida a ejercer una autonomía estratégica plena, dialogando con Moscú y Washington sin someterse a nadie.

Y en el plano interno europeo, España aporta su propio capítulo a la descomposición de la seriedad estratégica con el boicot de RTVE a Eurovisión: un gesto ridículo, vacío y puramente propagandístico, presentado como acto de supuesta dignidad moral, pero que no es más que un ejercicio de distracción para tapar la corrupción, las cesiones al separatismo, la dependencia de un prófugo de la Justicia y la alianza con los herederos de ETA. No es política exterior: es teatro ideológico.

Sobre este fondo, y desde una línea editorial inequívoca —atlantista, europeísta, liberal de centroderecha, contraria a toda dictadura, crítica con las izquierdas radicales desbocadas, frontalmente opuesta al narcochavismo, al terrorismo yihadista y al revisionismo ruso y chino—, presentamos las diez noticias más relevantes del día.

 II. Las 10 noticias más importantes de las últimas 24 horas

1. Ucrania: guerra de desgaste, invierno como arma y ofensiva ucraniana sobre infraestructura rusa

Hechos 

  • Rusia ha lanzado una nueva oleada de ataques con misiles de crucero y drones de fabricación iraní contra infraestructuras eléctricas y térmicas en Odesa, Mykolaiv, Jersón y Dnipró, dejando a centenares de miles de personas sin luz ni calefacción en plena temporada invernal.

  • Estos ataques no se limitan a objetivos militares, sino que se concentran deliberadamente en subestaciones, centrales térmicas y redes de distribución, con el claro propósito de castigar a la población y quebrar la moral civil.

  • En respuesta, Ucrania ha golpeado la planta química Nevinnomyssk Azot en la región rusa de Stávropol, instalación de producción de fertilizantes y productos químicos duales, con impacto industrial y simbólico: Moscú ya no puede considerar su retaguardia como intocable.

  • Paralelamente, el Kremlin ha reiterado que elementos esenciales del plan de paz impulsado por Washington son “inaceptables”, mientras algunos gobiernos europeos empiezan a deslizar en privado la idea de una “paz pragmática” que en realidad significaría aceptar una amputación territorial de Ucrania.

Implicaciones 

Rusia ha institucionalizado una forma de terrorismo de Estado: atacar la infraestructura civil crítica con el fin de forzar a la sociedad ucraniana a exigir concesiones. Es una estrategia que recuerda a los peores momentos del siglo XX y que viola de forma flagrante el Derecho Internacional Humanitario. El mensaje de Putin es sencillo y brutal: “si no cedéis, pasaréis frío, hambre y oscuridad”.

Ucrania, por su parte, responde demostrando que puede alcanzar objetivos sensibles en el corazón industrial de Rusia. No es una escalada caprichosa, sino una necesidad estratégica: si el agresor no siente la guerra en su propia piel, no tendrá incentivo alguno para negociar seriamente. El ataque a Nevinnomyssk Azot es un recordatorio de que la impunidad total no existe.

El riesgo más grave no viene únicamente de Moscú, sino de la fatiga política en algunas capitales occidentales. Cuando se empieza a hablar de “paz negociada” sin aclarar que esa paz debe incluir la restauración territorial, garantías de seguridad robustas y responsabilidad por los crímenes cometidos, lo que se está proponiendo en realidad es una “paz mala” que premiaría al agresor y castigaría a la víctima. Occidente no puede cometer el error histórico de Múnich versión siglo XXI.

Una paz impuesta a Ucrania, que consolidara la anexión del Donbás y de Crimea, enviaría un mensaje devastador: que la fuerza militar funciona, que las fronteras son revisables a cañonazos y que las democracias están dispuestas a sacrificar a sus socios cuando el coste se vuelve políticamente incómodo. Sería una invitación a que China ensaye un guion semejante en Taiwán y a que otros actores revisionistas exploren aventuras similares.

2. Gaza: transición hacia la Fase II y el “Board of Peace” (Consejo de la Paz) entre urgencia humanitaria y sospechas políticas

Hechos 

  • La administración estadounidense ultima los detalles para anunciar la Fase II del acuerdo sobre Gaza, cuyo núcleo es la creación de un “Board of Peace (Consejo de la Paz)” con participación de Estados Unidos, algunos países europeos y socios árabes moderados.

  • Este Consejo tendría tres funciones clave: coordinación de la reconstrucción, supervisión de la seguridad interna y establecimiento de una administración civil interina que excluya expresamente a Hamas.

  • Sobre el terreno, pese al alto el fuego formal, continúan operaciones selectivas de las Fuerzas de Defensa de Israel contra restos de la infraestructura terrorista de Hamas, así como lanzamientos aislados de proyectiles desde la Franja.

  • La ONU y múltiples ONG informan de un deterioro dramático del sistema sanitario, de la escasez de agua potable y de la falta de refugios adecuados, especialmente en el norte de Gaza, donde la destrucción ha sido mayor.

Implicaciones 

El “Board of Peace (Consejo de la Paz)” puede convertirse en una oportunidad o en una trampa. Será una oportunidad si se diseña con realismo, con un mandato claro, con reglas estrictas y con la voluntad política de mantenerlo en el tiempo. Será una trampa si se limita a ser una coartada cosmética para una retirada apresurada, sin desmantelamiento real de Hamas ni construcción de instituciones palestinas mínimamente viables.

La clave está en tres preguntas: ¿quién manda de verdad?, ¿quién paga?, ¿quién asume la seguridad? Si el Consejo de la Paz se convierte en un “todos mandan pero nadie responde” —una especie de protectorado sin autoridad efectiva—, Gaza seguirá siendo un espacio de vacío institucional que las redes islamistas y los padrinos iraníes llenarán encantados. Si, por el contrario, se impone un modelo robusto con la participación central de países árabes moderados —Egipto, Jordania, Marruecos, Emiratos— y un respaldo firme de Estados Unidos y la UE, se podría empezar a romper el círculo vicioso de la destrucción periódica.

Desde nuestra línea editorial, la batalla no es solo militar ni solo humanitaria: es política e ideológica. Hamas es una organización terrorista islamista, heredera doctrinal de la Hermandad Musulmana, aliada de Teherán y enemiga declarada de la paz. No se puede construir ningún futuro digno para los palestinos si Hamas sigue siendo un actor relevante. La Fase II solo tendrá sentido si implica el desmontaje definitivo del aparato terrorista y de su red de financiación, propaganda y adoctrinamiento.

3. Israel-Hizbollah-Líbano: alto el fuego monitorizado y la larga mano de Irán

Hechos 

  • Se ha reunido el comité de supervisión del alto el fuego en el frente norte con participación de mediadores estadounidenses y observadores internacionales, con el objetivo de evitar incidentes que puedan reactivar el conflicto a gran escala.

  • El servicio de inteligencia interior israelí (Shin Bet) y el exterior (Mossad) han hecho públicos varios casos de intentos iraníes de reclutar ciudadanos israelíes —especialmente jóvenes— mediante redes sociales, ofertas económicas y chantaje, para obtener información sensible, imágenes de instalaciones militares y, en algunos casos, preparar sabotajes.

  • Hizbollah sigue reubicando unidades y sistemas de misiles en el sur del Líbano, buscando posiciones más ventajosas pero sin cruzar las líneas rojas que romperían el alto el fuego de forma inmediata.

  • El Gobierno libanés, atrapado entre la presión iraní y su propia debilidad estructural, carece de capacidad real para imponer su autoridad sobre Hizbollah, que continúa siendo un Estado dentro del Estado.

Implicaciones 

El frente norte de Israel es, hoy, una bomba de relojería. Hizbollah dispone de un arsenal de misiles y cohetes que excede el de muchos Estados soberanos; su capacidad de saturar las defensas antiaéreas y antimisiles israelíes es real, y su despliegue está concebido para convertir cada ciudad israelí en un objetivo potencial. El alto el fuego actual es un paréntesis, no una solución.

Irán juega a un doble nivel: por un lado, mantiene la presión militar indirecta sobre Israel a través de Hizbollah; por otro, trata de penetrar directamente en la sociedad israelí mediante operaciones de espionaje y reclutamiento encubierto. Su objetivo es crear grietas internas, generar desconfianza y debilitar la cohesión social israelí.

Desde nuestra perspectiva, cualquier arquitectura de seguridad en Oriente Medio que no aborde el papel del régimen de Teherán y de sus proxies —Hizbollah, milicias iraquíes, hutíes, Hamas— será papel mojado. Occidente no puede seguir tratando a Irán como un “actor complicado pero necesario” cuando su conducta es la de una potencia revolucionaria que exporta terrorismo, sectarismo y desestabilización a todos los frentes.

4. Venezuela: presupuesto ficticio, narcoestado atrincherado y ultimátum cada vez más explícito de Washingto

Hechos (ampliados)

  • El régimen de Nicolás Maduro ha presentado un presupuesto para 2026 con una reducción del 12 % en términos de dólares respecto al año anterior, en un país devastado económica y socialmente. Las cifras oficiales carecen de credibilidad, pero reflejan la magnitud del colapso.

  • Estados Unidos ha intensificado su presencia militar en el Caribe, con patrullas aéreas y navales que han interceptado varias narcolanchas vinculadas a redes próximas a la cúpula chavista, en coordinación con Colombia y otros países de la región.

  • En los círculos diplomáticos se da por hecho que la administración Trump ha planteado a Maduro una opción binaria: exilio pactado —se menciona insistentemente Qatar— o enfrentarse a un aumento escalonado de la presión que podría incluir acciones más duras.

  • La diáspora venezolana sigue creciendo, convirtiéndose en la mayor crisis migratoria del siglo XXI en el hemisferio occidental.

Implicaciones (ampliadas)

Venezuela ya no es solo una dictadura: es un narcoestado mafioso, en el que el aparato de poder —político, militar, policial e incluso judicial— se financia, en buena medida, a través del narcotráfico, del contrabando de oro, del saqueo de PDVSA y de múltiples redes criminales. Es un régimen que ha empobrecido de forma deliberada a su población para poder controlarla mejor.

La estrategia de Washington —y aquí hay que decirlo con claridad— es la correcta en lo esencial: presión económica, acoso judicial internacional, cooperación con países vecinos para cortar rutas del narco y demostración, también militar, de que la impunidad no es absoluta. El mensaje de Trump, nos guste o no su estilo, es inequívoco: el narcochavismo no es un interlocutor legítimo, es un problema de seguridad continental.

El gran interrogante es interno: ¿hasta qué punto las Fuerzas Armadas venezolanas están dispuestas a seguir atadas a un régimen que las arrastra al descrédito histórico y a la responsabilidad penal? La fractura en la cúpula castrense es condición necesaria —aunque no suficiente— para cualquier transición. Es probable que la combinación de aislamiento internacional, colapso económico y presión selectiva acabe generando fisuras. La tarea de las democracias será ofrecer una salida que desmantele el narcoestado sin sumir al país en un caos aún mayor.

5. Mar Rojo: tregua táctica de los hutíes y vulnerabilidad crónica de las rutas estratégicas de Europa

Hechos (ampliados)

  • Tras semanas de ataques contra buques mercantes, los hutíes han liberado a 19 marinos secuestrados y anunciado la suspensión de ataques contra el tráfico marítimo, en un gesto que atribuyen al alto el fuego en Gaza y a mediaciones regionales, especialmente de Omán.

  • A pesar del anuncio, las grandes navieras —Hapag-Lloyd, Maersk, CMA CGM— mantienen sus planes de desviar numerosos buques por el cabo de Buena Esperanza durante varias semanas más, alegando que la amenaza no ha desaparecido y que los seguros siguen reflejando un riesgo elevado en el mar Rojo.

  • Informes militares revelan que los grupos navales estadounidenses y aliados han tenido que hacer frente a ataques complejos con misiles antibuque, drones armados y proyectiles balísticos, obligando a un gasto considerable en interceptores y a un nivel de alerta muy exigente.

Implicaciones 

La tregua hutí es, en el mejor de los casos, un alto el fuego táctico. En realidad, se parece más a un reposicionamiento estratégico: los hutíes han demostrado que son capaces de afectar a una de las arterias del comercio global, han probado la capacidad de respuesta occidental y han elevado su perfil regional como proxys eficaces de Teherán. Ahora pueden permitirse un gesto de aparente moderación, sin renunciar a nada.

Para Europa, la lección es durísima: su economía depende de rutas que no puede proteger por sí misma. La UE habla con pasión de “autonomía estratégica”, pero carece de los medios navales y de la voluntad política para garantizar la seguridad de sus líneas de suministro. Este desfase entre discurso y realidad erosiona la credibilidad europea y refuerza la percepción de que, sin Estados Unidos, el Viejo Continente no es capaz de defender ni sus fronteras ni sus rutas comerciales.

6. Guerra tecnológica: el SAFE CHIPS Act y la batalla por el corazón de la potencia del siglo XXI

Hechos 

  • Un grupo bipartidista de senadores estadounidenses ha presentado el SAFE CHIPS Act, que pretende impedir que la administración pueda relajar unilateralmente las restricciones a la exportación de chips avanzados de inteligencia artificial (AI chips) a países considerados adversarios estratégicos: China, Rusia, Irán y Corea del Norte.

  • En paralelo, la Cámara de Representantes impulsa el Stop Stealing Our Chips Act, que refuerza las sanciones contra el contrabando tecnológico, crea incentivos para denunciantes y obliga a una mayor trazabilidad en la cadena de suministro.

  • Empresas como Nvidia, AMD y otras han presionado intensamente para evitar un cierre excesivo de los mercados, alertando del impacto en ingresos y competitividad, aunque el Congreso parece inclinado a anteponer la seguridad nacional a los beneficios corporativos a corto plazo.

  • China protesta formalmente y acusa a Estados Unidos de intentar “bloquear su desarrollo”.

Implicaciones 

Los chips de inteligencia artificial se han convertido en el verdadero campo de batalla de la nueva Guerra Fría. No hablamos solo de microelectrónica: hablamos de la capacidad de procesar cantidades masivas de datos, de entrenar modelos de IA aplicables a radares, sistemas de mando y control, ciberataques, vigilancia masiva y armas autónomas. La potencia que controle esta tecnología tendrá una ventaja decisiva en economía, defensa y poder blando.

Nuestra línea editorial es inequívoca: es irresponsable —cuando no suicida— permitir que la China comunista, Rusia, Irán o Corea del Norte accedan de forma más o menos directa a esta tecnología. Cada chip avanzado que llegue a manos de estas potencias puede convertirse en una pieza más de un sistema destinado a vigilar a sus ciudadanos, reprimir disidencias, mejorar armas hipersónicas o ejecutar ciberataques contra infraestructuras occidentales.

El debate entre seguridad y comercio no puede resolverse a favor del beneficio inmediato de unos pocos gigantes tecnológicos. La prioridad debe ser la defensa de las democracias y de sus capacidades estratégicas a largo plazo. Estados Unidos, con todos sus defectos, es hoy el pilar esencial de esa defensa. Europa debe dejar de comportarse como un mero regulador pasivo y asumir que también tiene obligaciones en este terreno.

7. Grandes Lagos: fórmula de paz entre la República Democrática del Congo, Ruanda y el M23

Hechos 

  • Tras meses de negociaciones discretas impulsadas por Angola, Kenia y la Unión Africana, la República Democrática del Congo (RDC) y Ruanda han acordado una hoja de ruta para la desescalada en el este congoleño, centrada en las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur.

  • El movimiento rebelde M23, de mayoría tutsi, acusado por Kinshasa y por informes de la ONU de recibir apoyo ruandés, ha aceptado en principio un alto el fuego supervisado por una fuerza regional africana ampliada, con presencia reforzada de la Unión Africana y apoyo logístico europeo.

  • El acuerdo preliminar contempla: zonas de separación de fuerzas; corredores humanitarios; programas de desarme, desmovilización y reintegración; y medidas para abordar el control de minas de coltán, cobalto y otros minerales estratégicos.

  • La sociedad civil congoleña se muestra escéptica: demasiadas veces ha oído promesas de paz que terminan en nuevas rondas de violencia.

Implicaciones 

La región de los Grandes Lagos es una de las grandes tragedias olvidadas de nuestro tiempo. Durante décadas, la combinación de fronteras porosas, Estados débiles, tensiones étnicas no resueltas y recursos minerales de altísimo valor ha generado un ciclo casi permanente de guerra, saqueo y desplazamientos masivos.

La posible desescalada actual es una oportunidad histórica, pero extremadamente frágil. Exige voluntad política real, no solo declaraciones. Ruanda y la RDC han utilizado a menudo a milicias y grupos armados como instrumentos de política regional. El M23 no es una excepción, sino parte de esa lógica de guerra por delegación.

Para Europa, este proceso no es una cuestión lejana: su transición energética y digital depende en gran medida de minerales que se extraen en condiciones deplorables en el este de la RDC. Si quiere hablar en serio de ética, de sostenibilidad y de autonomía estratégica, la UE debe implicarse —con medios, no solo con discursos— en la estabilización de esta región: apoyo financiero, programas de gobernanza minera, presencia diplomática robusta y coordinación estrecha con la Unión Africana.

8. RTVE boicotea Eurovisión: un gesto ridículo, vacío y puramente propagandísticos

Un gesto vacío, ridículo y revelador del nerviosismo político del Gobierno

Hechos

  • RTVE anunció que España no participará en Eurovisión, alegando desacuerdos políticos y normativos con la organización.

  • La decisión se adoptó sin consulta pública, sin consenso institucional y sin una evaluación seria del impacto internacional.

  • Eurovisión, lejos de ser un acontecimiento cultural, es un espectáculo de entretenimiento de calidad discutible, cada vez más extravagante y convertido en una plataforma de propaganda ideológica “wokista”.

  • La salida española ha sorprendido incluso a gobiernos europeos tradicionalmente críticos con la deriva del festival.

Implicaciones

La decisión de RTVE no responde a principios, sino a fuegos artificiales políticos. Es un gesto vacío, inútil y completamente ridículo, destinado únicamente a desviar la atención de un Gobierno de coalición acorralado por sus propias contradicciones internas, por la corrupción que lo asfixia, por sus cesiones al separatismo y por la indignidad moral de pactar con un prófugo de la Justicia y con los herederos de ETA. Eurovisión —que no es cultura, sino entretenimiento de baja calidad, cuando no espectáculo extravagante convertido en púlpito wokista— jamás ha sido un terreno donde España se juegue nada esencial. Precisamente por eso, boicotearlo carece de cualquier sentido estratégico, diplomático o comunicativo. Es la política exterior convertida en teatro barato. Este gesto no tiene nada que ver con la defensa de la causa palestina, que el Gobierno instrumentaliza según le conviene, y sí mucho con tapar sus propias vergüenzas mediante fuegos fatuos diseñados para contentar a su ala radical y para atraer titulares fáciles. Es, en suma, otra muestra de una política exterior ideologizada, sectaria y desconectada de los intereses estratégicos reales de España, que renuncia a la seriedad diplomática para abrazar el simbolismo hueco y la propaganda interna.

9. Putin en la India: visita de Estado, acuerdos estratégicos y mensaje nítido al orden mundial

Hechos 

  • Vladimir Putin realiza una visita de Estado a Nueva Delhi acompañado de una nutrida delegación de ministros de Defensa, Energía, Comercio y altos ejecutivos de empresas rusas de los sectores nuclear, armamentístico y de hidrocarburos.

  • Se firman acuerdos de suministro energético a largo plazo, cooperación en centrales nucleares civiles, ampliación de proyectos conjuntos en materia espacial y mantenimiento y modernización del arsenal de origen ruso en las Fuerzas Armadas indias.

  • El primer ministro Narendra Modi insiste en la doctrina de “autonomía estratégica”: India seguirá cooperando con Estados Unidos en el marco del Quad (diálogo de seguridad cuadrilateral) y otros formatos, pero no renunciará a sus relaciones históricas con Rusia.

  • Medios indios presentan la visita como una demostración de que India es capaz de hablar de tú a tú tanto con Washington como con Moscú.

Implicaciones 

La visita de Putin a la India envía tres mensajes muy claros. El primero: Rusia no está tan aislada como a algunos les gustaría creer; sigue siendo un actor con capacidad de forjar alianzas de peso en Asia, incluso en plena guerra de agresión contra Ucrania. El segundo: la India se confirma como uno de los grandes pivotes del orden internacional del siglo XXI, un actor que no acepta entrar en bloques rígidos, sino que diseña su propia red de alianzas múltiples.

El tercer mensaje va dirigido a Occidente: el mundo ya no es bipolar ni unipolar, es un sistema en el que potencias como India, Brasil o Indonesia jugarán sus propias cartas, buscando maximizar su autonomía y su margen de maniobra. Quien no entienda eso, llegará tarde a todos los debates relevantes.

Para la India, el equilibrio es delicado: necesita tecnología, inversión y cooperación militar con Estados Unidos y sus aliados, pero al mismo tiempo valora la continuidad del suministro energético ruso y la modernización de equipos militares procedentes de la era soviética. Esta ambivalencia no es un defecto; es una forma de realismo que otros países —incluida buena parte de Europa— harían bien en observar con atención.

10. Logística global y mar Rojo: retorno lento a Suez y vulnerabilidad de las cadenas de suministro europeas

Hechos 

  • Las principales navieras que conectan Asia con Europa han anunciado que el retorno a las rutas que atraviesan el mar Rojo y el canal de Suez será gradual y dependerá de la evolución de la seguridad y de los seguros marítimos.

  • Mientras tantos buques siguen desviándose por el cabo de Buena Esperanza, los tiempos de tránsito aumentan en torno a 10–15 días, lo que encarece el transporte de contenedores, afecta a cadenas de suministro “just in time” (en tiempo real) y genera tensiones adicionales en puertos europeos.

  • Organismos internacionales alertan de posibles presiones inflacionarias si el coste del transporte se mantiene elevado durante varios meses más, especialmente en sectores como la energía, los bienes de consumo y determinados componentes industriales.

Implicaciones 

La crisis del mar Rojo —aunque ahora en fase más contenida— ha funcionado como un test de estrés para la economía global. Ha demostrado hasta qué punto nuestro sistema logístico es sensible a choques regionales que, sin embargo, tienen efectos globales. También ha evidenciado la dependencia de Europa respecto de rutas que atraviesan zonas inestables.

Para la UE, es un recordatorio de que su modelo de prosperidad, basado en cadenas de suministro largas, externalización masiva de la producción y dependencia energética y de materias primas, es extremadamente vulnerable. No se trata de levantar muros proteccionistas, sino de combinar apertura con prudencia estratégica: diversificar rutas, invertir en capacidad naval, reforzar alianzas con países clave y replantear ciertas dependencias críticas.

III. RACK DE MEDIOS

1. Estados Unidos (NYT, Washington Post, WSJ, AP, CNN, Fox News, Politico, The Hill)

  • Ucrania y Rusia: fuerte atención a los ataques rusos contra infraestructura civil y al debate interno sobre el plan de paz.

  • Gaza: análisis detallados sobre el diseño del Consejo de la Paz y la presión sobre Israel.

  • Venezuela: Fox News y otros medios conservadores destacan los vínculos del chavismo con el narcotráfico y la dureza del ultimátum de Trump.

  • Tecnología: WSJ y Politico subrayan la importancia del SAFE CHIPS Act como dique frente a China.

2. Reino Unido (The Times, The Telegraph, The Guardian, BBC)

  • Gaza – Fase II: The Guardian enfatiza la dimensión humanitaria; The Telegraph y The Times la necesidad de evitar el retorno de Hamas.

  • Putin en India: la BBC y la prensa británica interpretan el viaje como un desafío a Occidente y una prueba de la autonomía india.

3. Europa continental (Le Monde, Le Figaro, FAZ, Die Welt, Corriere, El País, otros)

  • Ucrania: la prensa francesa y alemana alerta del peligro de una “fatiga ucraniana” en la opinión pública que debilite el apoyo a Kiev.

  • Mar Rojo: FAZ y Die Welt insisten en el riesgo estructural para la economía europea.

  • Grandes Lagos: cobertura más técnica, pero subrayando la dimensión de seguridad de suministro de minerales.

4. Israel (Yedioth Ahronoth, Israel Hayom, Haaretz, Maariv, Jerusalem Post)

  • Gaza: debates internos sobre el equilibrio entre seguridad y presión internacional.

  • Hizbollah: preocupación por el rearme y por las operaciones de espionaje iraní dentro de Israel.

5. Mundo árabe (Al-Jazeera, Al-Arabiya, Asharq Al-Awsat, prensa del Golfo)

  • Gaza: Al-Jazeera subraya las víctimas civiles; Al-Arabiya y medios del Golfo destacan el papel de mediación de Egipto y Qatar y la amenaza hutí.

  • Mar Rojo: la prensa del Golfo insiste en la necesidad de una coalición internacional más firme frente a los proxies de Irán.

6. Asia (Times of India, The Hindu, Yomiuri Shimbun, South China Morning Post)

  • India – Rusia: la prensa india presenta la visita de Putin como confirmación de la relevancia global de India.

  • Mar Rojo y logística: medios asiáticos analizan el impacto en cadenas de exportación hacia Europa.

7. África (Jeune Afrique, The EastAfrican, Africanews)

  • Grandes Lagos – M23: cobertura esperanzada pero escéptica, recordando fracasos previos y la importancia del control de recursos minerales.

IV.SEMÁFORO DE RIESGOS

Dossier

Nivel de riesgo

Comentario sintético

Guerra de Ucrania

🔴 Rojo

Riesgo alto de “paz mala” y consolidación de ganancias territoriales rusas.

Gaza – Israel – Hizbollah

🔴 Rojo

Tregua extremadamente frágil, con Irán como desestabilizador principal.

Venezuela y Caribe

🔴 Rojo

Narcoestado atrincherado; ultimátum de Washington puede derivar en choque directo.

Mar Rojo y rutas de Suez

🟠 Naranja

Tregua hutí táctica; vulnerabilidad estructural de las cadenas de suministro.

Guerra tecnológica (chips de IA, China, etc.)

🔴 Rojo

Chips de IA como núcleo de la nueva Guerra Fría 2.0.

Grandes Lagos (RDC – Ruanda – M23)

🟠 Naranja

Oportunidad histórica, pero frágil y reversible.

India – Rusia – reordenación asiática

🟠 Naranja

Consolidación de la multipolaridad; retos para la estrategia occidental.

España – proyección exterior y RTVE

🟡 Amarillo

Boicot a Eurovisión daña imagen y muestra deriva propagandística del Gobierno.

V. COMENTARIO EDITORIAL

El mapa que trazan estas diez noticias es el de un mundo en el que las democracias liberales se enfrentan a una ofensiva simultánea: externa, por parte de regímenes autoritarios que no ocultan su desprecio por la libertad; e interna, por parte de unas izquierdas radicales desbocadas que han renunciado a la responsabilidad de gobernar para abrazar la agitación permanente, el revisionismo histórico, el relativismo moral y el wokismo como ideología de demolición.

La agresión rusa en Ucrania, la expansión militar y tecnológica de China, la política desestabilizadora de Irán y el terrorismo yihadista —desde Hizbollah hasta los hutíes, pasando por Hamas— conforman un eje autoritario que explota cada vacilación occidental. Al mismo tiempo, el narcochavismo, el castrismo, el sandinismo y otras variantes populistas latinoamericanas han convertido sus países en laboratorios de destrucción institucional, pobreza masiva y emigración forzada.

Pero la amenaza no viene solo de fuera. En Estados Unidos, el ala más radical del Partido Demócrata —la mal llamada “Escuadra”, los llamados “Democratic Socialists of America”— actúa como ariete ideológico contra los fundamentos de la civilización liberal: demoniza a la policía, relativiza el terrorismo, coquetea con discursos abiertamente hostiles a Israel y a las democracias occidentales, y pretende convertir el debate político en una interminable lucha cultural donde todo se reduce a identidades victimistas y culpabilidades heredadas. En Europa, la versión local de esa izquierda radical impulsa leyes, discursos y políticas que socavan la seguridad jurídica, atacan la meritocracia, confunden igualdad con igualitarismo y tratan la nación como un concepto sospechoso.

España no es una excepción; por desgracia, es un ejemplo. El boicot de RTVE a Eurovisión no es un gesto aislado, es un síntoma. En lugar de una política exterior seria, basada en la defensa de intereses nacionales, alianzas estratégicas y valores democráticos, se opta por gesticulaciones vacías destinadas a contentar a la izquierda radical y a tapar, con fuegos fatuos, los escándalos que acorralan al Gobierno: corrupción, cesiones al separatismo, dependencia de un prófugo de la Justicia y pactos con los herederos de ETA.

La conclusión es clara: o el mundo libre —Estados Unidos, Europa, Japón, Corea del Sur, la India democrática, las democracias latinoamericanas que resisten— recupera la convicción de que su modelo merece no solo ser defendido, sino afirmado con orgullo, o se verá arrastrado por una combinación letal de autoritarismos externos e ideologías corrosivas internas. No se trata de volver a nostalgias del pasado, sino de reafirmar algo muy simple: que la democracia liberal representativa, el Estado de Derecho, la economía de mercado y las libertades fundamentales no son un accidente histórico, sino una conquista preciosa que no podemos dar por garantizada.

La historia no espera a los indecisos. O reaccionamos con claridad moral y firmeza estratégica, o otros escribirán las reglas del siglo XXI. Y esos otros, conviene recordarlo, no creen en la libertad, ni en la separación de poderes, ni en la dignidad del individuo.

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